Entre balbuceos y conversaciones, risas y llantos, biberones y pañales, los niños de hasta dos años viven una experiencia de aprendizaje única y rica, experimentando sensaciones nuevas todo el tiempo. A través de sus sentidos -el gusto, el tacto, el oído, la vista, el olfato y la propiocepción- aprenden sobre el mundo, interactúan con él y establecen relaciones con él. Y el cerebro se apropia de esta información a través de estímulos apropiados del entorno, a menudo por iniciativa de personas que son un punto de referencia para ellos.
Y a medida que utilizan su cuerpo para experimentar distintas sensaciones -como olores, sonidos, tactos y sabores-, los niños amplían sus conocimientos y construyen recuerdos. Los sentidos se integran en la percepción del espacio y les permiten comunicarse a través de sensaciones físicas, emocionales y gestuales. Por eso, por ejemplo, emiten sonidos de satisfacción cuando sienten hambre y reciben comida, o relajan el cuerpo cuando se les coge en brazos o escuchan determinada música.
Vea cómo estimular a los niños a través de sus sentidos:
Tacto
- Masaje con aceites y cremas hidratantes (para niños);
- Jugar a las cosquillas;
- Hacer plastilina;
- Ofrecer contacto con materiales de diferentes texturas: tul, seda, algodón, papel de lija y otros;
- Ofrecer materiales de distintas temperaturas: fríos, helados y calientes;
- Pintar con pinturas caseras utilizando soportes como pinceles, rodillos y las manos;
- Manipular alimentos.
Visión
- Ofrecer objetos de diferentes tamaños y colores, variando la distancia;
- Mostrar formas geométricas en blanco y negro;
- Mostrar objetos en varios tonos diferentes del mismo color;
- Jugar en columpios;
- Montar rompecabezas;
- Observar móviles de diferentes colores y formas.
Audiencia
- Hable de lo que está haciendo con el niño;
- Contar historias;
- Hablar con diferentes tonos de voz;
- Crear melodías;
- Presentar canciones de distintos géneros;
- Explorar juguetes sonoros y objetos como tapas y sartenes;
- Permanecer en silencio, que es igual de importante porque demasiada estimulación sonora puede agitar e irritar a los niños.
Oler
- Pon un aroma diferente en el agua del baño, como lavanda o menta;
- Huele la comida;
- Dar paseos por parques y plazas;
- Hacer bolsitas con distintos aromas (manzanilla, hinojo, melisa).
Gusto
- Animar a las personas a probar nuevos sabores, como la fruta que no necesita lavarse ni comerse la piel;
- Ofrecer alimentos con diferentes temperaturas, texturas y sabores;
Proprioreceptivo
- Abrazar;
- Masajes;
- Jugar al salto de rana.
Fase de aprendizaje
El periodo inicial de aprendizaje, conocido como los «primeros mil días», es fundamental para el desarrollo del niño. Comienza 90 días antes de la concepción, dura 280 días de embarazo y termina 730 días después, lo que corresponde a los dos primeros años de vida. Durante este periodo, hay que acompañar al niño con mucho afecto y cuidados, tanto en el aspecto afectivo-social como en el motor y cognitivo.
Por eso es tan importante mantener un ambiente que proporcione diferentes experiencias y que esté siempre dirigido al bienestar del niño, garantizando que se sienta seguro y bien orientado en el ambiente familiar o escolar. Debemos conocer y respetar la individualidad de cada niño, así como las características de su grupo de edad.
Los niños necesitan sentir que nosotros, como educadores y padres, estamos disponibles para proporcionarles apoyo o simplemente escuchar sus descubrimientos. Esto contribuye a su desarrollo personal, animándoles a tomar sus propias decisiones.
La importancia del apego y el afecto
Para que el proceso de desarrollo sea completo, deben utilizarse estímulos adecuados para establecer un vínculo con el niño. Todas las experiencias, buenas o malas, afectan al cerebro, concretamente al área de las emociones. Por eso, un buen consejo es hablar con el niño, para que sepa que estamos abiertos a un diálogo basado en el afecto y el respeto.
Estimular el desarrollo
Es fundamental realizar juegos que estimulen el desarrollo, con el objetivo de mejorar la percepción de los movimientos y sensaciones corporales, permitiendo al niño conocer y explorar el espacio que le rodea. Los materiales y juguetes ofrecidos deben fomentar la exploración y la manipulación, pero también permitir la interacción con los adultos. Además, el juego debe ser afectivo, garantizando que los niños sean guiados adecuadamente para que se sientan desafiados, estimulados, seguros y confiados.
Juegos sugeridos para estimular los sentidos
- Juegos: tarros, anillos, pelotas, cubos, collares de colores, recipientes de plástico con tapa y de diferentes colores;
- Cuentos: marionetas de dedo y de mano, libros ilustrados (de plástico y papel duro);
- Juguetes de desecho: botellas de plástico, cajas, rollos y conos de cartón;
- Pegado: papeles y telas de diferentes tamaños y texturas, cinta crepé, Durex de colores;
- Actividad sensorial: aplicación de crema en partes del cuerpo, plastilina y pintura;
- Caminar sobre colchonetas y tatamis.
- Mirarse en el espejo.
- Tobogán, columpio con graduación de altura. Pasar por un túnel hecho de sábanas.
- Escondite (esconder objetos).