Interactuar con los bebés desde el embarazo es fundamental para un desarrollo sano y también para reforzar el vínculo entre adultos y niños. Cuando hablamos de interacción, vale la pena leer, cantar, escuchar música, hablar y, sobre todo, ¡bailar con los más pequeños! Al fin y al cabo, a través del baile podemos expresar emociones y sentimientos, ejercitar la creatividad y experimentar diferentes ritmos. ¿Quieres saber más sobre la importancia de bailar con los bebés? ¡Sigue leyendo! 👶💕
Cómo crear vínculos con tu bebé?
Durante el embarazo y también en el puerperio, el contacto entre padres, madres y cuidadores con el bebé se produce a través de la comunicación y de muchos gestos. Gracias a ellos, las palabras intencionadas, las caricias, las conversaciones cotidianas y los momentos de lectura compartida generan buenos sentimientos y transmiten una sensación de tranquilidad y seguridad a los más pequeños.
De hecho, las investigaciones han demostrado que cuanto más receptivos y conectados estén los padres con esta experiencia, mejor será el parto, la recuperación posparto y, en consecuencia, el vínculo con el recién nacido. Sorprendente, ¿verdad?
Bailar con tu bebé: reforzar el vínculo a través de la música y el cuerpo
Ya sea durante el embarazo o con el bebé en brazos, bailar es una actividad divertida y placentera que aporta innumerables beneficios. Sobre todo cuando se baila libremente.
Ciertamente, bailar favorece el movimiento, establece la armonía y aporta ligereza y equilibrio, sobre todo en periodos de intensa adaptación. Además, al bailar con un bebé, tanto el adulto como el niño experimentan nuevas posibilidades, tan diferentes de las posturas recogidas y retraídas que suelen ser características del puerperio.
Bailar con un bebé también estimula el desarrollo de las habilidades motoras del niño y fortalece su cuerpo y su mente. Además, el baile aporta ánimo y proporciona momentos de alegría y relajación.
¿Cómo bailar con tu bebé?
Al principio, sobre todo durante el embarazo, vale la pena poner música alegre o cantar canciones que fomenten sentimientos positivos en la madre. Y, en consecuencia, en el bebé. De vez en cuando, juega, muévete, gira, sonríe, abre el cuerpo. Después, elige una armonía más tranquila y relajante para mecer y acunar a tu bebé. Siente ese pulso interior de la maternidad.Otra sugerencia es invitar también a este momento al padre del niño, así como a otros amigos, familiares y personas importantes para ti. De este modo, la concentración y la calidad de la presencia reforzarán los vínculos y proporcionarán un momento único en la naturalmente agotadora rutina del cuidado del bebé.